Reseña: Bajo la misma estrella (John Green)

Hazel acaba de cumplir 16 años. Y tiene cáncer. A pesar de que un tratamiento ha conseguido reducir su tumor de forma casi milagrosa, es una enferma terminal. Los médicos no pueden decirle cuánto tiempo le queda; solo sabe que debe vivir pegada a un tanque de oxígeno y sometida a continuos tratamientos. Desde hace unas semanas, Hazel forma parte de un grupo de apoyo donde otros chicos como ella comparten sus experiencias. En realidad, ella acude más por obligación que por voluntad; ¿qué sentido tiene hablar con otras personas de lo que nadie puede cambiar? Pero su vida da un verdadero vuelco cuando conoce a Gus Waters... Os preguntaréis: ¿quién es Gus? ¿Y cómo puede cambiar una sola persona la historia de otra?

Escritor americano, John Green es conocido por sus libros dedicados a jóvenes adultos y por su vídeo blog, que mantiene desde 2007.
Su obra más conocida a nivel internacional es Buscando a Alaska, novela que le valió el Premio Michael L. Printz de 2005.

Como ya explica la sinopsis Hazel Grace es una chica de 16 años con un cáncer terminal que acude, mas bien obligada por su madre, a un grupo de apoyo en el que coincide con otros chicos enfermos, donde conoce al especial Augustus Waters, que acompaña a su amigo Isaac, un chico que tras una inminente operación, se quedará ciego. La novela se centra en la inspiradora vida de Hazel y su bonita relación de amor con Gus (Augustus Waters).
No soy muy asiduo a este tipo de lecturas tan tristes y que se centran tanto en el amor, pero había leído tan buenas reseñas por la bloggosfera y tan buenas críticas mediáticas que no me pude resistir.
Que el centro de la historia fuese el cáncer me echaba un poco para atrás, imaginándome la típica historia de una chica con una enfermedad terminal que o bien no quiere vivir y lo único que hace es <<soportar>> el resto de sus vidas o que quiere cumplir todas las cosas de su lista de <<Cosas por hacer antes de morir>>, pero me he encontrado con algo completamente diferente: El hilo de la historia me gustó desde el primer momento, nuestra protagonista Hazel no se compadece de su enfermedad, ella quiere vivir su vida, ya que puede acabarse en cualquier momento pero acepta sus limitaciones, y leva una vida medianamente normal.
Que el centro de un libro sea el amor a veces me resulta demasiado empalagoso y cansino pero en este libro me he encontrado con que la historia es tan tierna, tan bonita, con sus momentos buenos y malos, tan... REAL. Hazel se siente completa en compañía de Gus, porque él no la trata como los demás, con miradas de pena y compasión, él la trata como una chica normal con una bombona de oxígeno por mascota aunque comprende perfectamente a su pareja.
La forma de narrar del autor mediante Hazel me ha gustado mucho, hablando como hablamos los adolescentes y retratando a la perfección a una chica con una enfermedad terminal pero que quiere vivir.
Este libro es un canto a la vida (como se suele decir) y una llamada al amor. Es un soplo de aire fresco. Te encariñas de los personajes al minuto y sus problemas se convierten en los tuyos. Hay momentos muy tristes y momentos muy bonitos, como en la vida real, lo cual hace que la historia sea totalmente creíble y te sientas a gusto leyéndola desde el principio hasta el final.

¡Imprescindible!

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